Distribuir folletos a través del buzoneo sigue siendo una de las opciones de marketing directo más efectivas de cara a tu negocio. Sin embargo, algunos clientes tienen la creencia equivocada de que esta práctica publicitaria es poco rentable, debido a sobre todo a que ciertas empresas no la realizan de manera profesional, y ello ha llevado a una ocasional mala reputación de la acción. La adecuada metodología del buzoneo es fundamental a la hora de conseguir buenos resultados y asegurar que nuestra inversión publicitaria consigue el adecuado retorno.
Realizar una campaña de buzoneo no persigue simplemente efectuar una oleada masiva de entregas sin ton ni son. La clave no está en la cantidad sino en la calidad de la planificación, ya que un buzoneo masivo y exagerado sin medida y sin lógica o plan previo, que inunde los portales de nuestros potenciales clientes a lo loco, sin ninguna estrategia comercial, solo conseguirá malgastar papel y dinero. Pero ni siquiera hay que descartar ese buzoneo masivo siempre que se haga con cabeza. Tanto de esta manera como de forma selectiva, esta acción de marketing sigue siendo una de las más rentables de las opciones que un negocio tiene para llegar a su potencial cliente.
Lo primero que debemos tener en cuenta a la hora de plantearnos un buzoneo efectivo es el tipo de producto que queremos vender. Si el público objetivo es genérico y lo que queremos vender puede llegar a un amplio sector poblacional, es evidente que podemos apostar por un buzoneo masivo que pueda llegar a una amplia horquilla de vecinos y vecinas. Eso sí, hay que hacerlo con profesionalidad, sin malgastar presupuesto ni material, rentabilizando costes e itinerarios de reparto y consiguiendo que los resultados de la campaña estén a la altura del presupuesto del anunciante.
En los casos en los que nuestro producto sea específico y nuestro público esté sectorizado por un target determinado, es mucho más interesante un buzoneo selectivo con el que conseguiremos llegar al cliente objetivo que va a consumir ese producto, sin malgastar presupuesto ni esfuerzo. El resto de la población no merece la pena que reciba nuestra publicidad, pues si no va a estar interesada en nuestro servicio o mercancía será tirar el dinero.
Deja una respuesta