La venta on line se ha generalizado de una manera imparable en la sociedad actual. La entrega incesante de paquetes es la tónica general en nuestras calles, y ese trasiego no está exento de algunos contratiempos como puede ser el deterioro del producto debido a un golpe o incidencia similar. Y lo cierto es que esa situación resulta frustrante para el receptor ya que tras días de espera descubres que su estado no es el esperado y el mundo se te viene abajo. Pero tranquilo, que dentro de ese contratiempo hay soluciones para minimizar los daños mediante la oportuno reclamación.
Lo primero que debemos hacer es ponernos en contacto con el servicio de atención al cliente de comercio electrónico de la plataforma donde hemos efectuado la compra para intentar un acuerdo amistoso que cada vez es más factible. Hoy día es muy habitual una respuesta positiva en pos de ayudar y empatizar con el consumidor ya que para las plataformas de venta es importante el impacto de las valoraciones que sirven de orientación a otros clientes y temen que un usuario descontento pueda dejar constancia de un problema no resuelto que afecte de manera negativa a su reputación.
Las leyes se han adaptado a las nuevas circunstancias de las compras on line y así el comercio electrónico ha tenido que adaptarse a la normativa europea de resolución de conflictos. De esta manera, en el portal web de cada plataforma ha de existir a disposición del cliente un formulario online para la resolución de cualquier problema o incidencia. Si esta vía no conduce a un buen puerto existen organismos facultados a los que acudir para poner una reclamación por el problema de tu paquete deteriorado. Puedes acudir a la Oficina Municipal de Información del Consumidor que mediará en tu conflicto y pondrá en marcha el arbitraje de consumo al que todo usuario tiene derecho. Estas Juntas Arbitrales de Consumo se encargan de resolver desacuerdos entre consumidores y tiendas de comercio electrónico de manera que sea posible que se llegue a un acuerdo que evite la temida y a veces inevitable participación de los Tribunales de Justicia, siendo un proceso gratuito.
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