El diseño de los folletos publicitarios ha sufrido una importante evolución en los últimos tiempos, con el objetivo de convertirse en un instrumento cada vez más competitivo para los objetivos de marketing de las empresas. Las mejoras introducidas en el mundo de la impresión o en el del diseño son solo dos de los ámbitos de esta mejora. Pero existen otros elementos que van más allá de las simplemente visuales e introducen nuevas posibilidades a la hora de poner en marcha una campaña basada en el buzoneo o el reparto de folletos. Es el caso de la inserción de los códigos QR, mediantes los cuales estos soportes se han modernizado y vinculado a la era digital desde su esencia física, ofreciendo nuevas ventajas a las empresas. Esta práctica está muy extendida en grandes potencias comerciales como Japón o Estados Unidos, donde es habitual y muy útil la utilización de ellos con todas sus ventajas.
Los códigos QR son una conjunción afortunada entre un histórico soporte impreso y un futuro ligado a la tecnología. Cuando procedemos a la lectura de códigos QR en un papel impreso, abrimos una ventana a todos los dispositivos electrónicos y smartphones, de manera que nuestra presencia on line se traslada al mundo del papel para posibilitar una interacción con nuestros compradores o potenciales clientes. Una librería puede llevar desde su folleto hasta su página web al lector para que éste pueda comprobar su catálogo y adquirir un ejemplar de los muchos que lo componen sin que todos ellos estén en el papel que ha repartido. Este ejemplo es trasladable a todo tipo de establecimientos. Mediante ese código, con un simple escaneo de éste, el potencial comprador podrá acceder a nuestras redes, a una tienda virtual o a los detalles de una promoción concreta, sin que tengamos que añadir la denominación de destino, que a veces compleja de memorizar o de copiar.
Además de esta ventaja, los códigos QR permiten obtener estadísticas sobre su uso, para que podamos estar seguros que su utilización está siendo la esperada y que los resultados cumplen nuestras expectativas. De esta manera, la publicidad física pasa a tener un elemento muy interesante de control que se vincula con el mundo digital de manera que es posible una monitorización de la misma. Por ejemplo, el uso de estos códigos QR que aparecen en todo tipo de folletos nos puede llevar de manera directa a la correspondiente landing page del producto concreto o de la promoción que en ese momento esté vigente en nuestra empresa, con todos los detalles de la misma desarrollados y los enlaces o cuestionarios necesarios para que sea usada por el cliente. Todo ello de manera rápida y sencilla, a un solo click ya que este QR es fácil de obtener gracias a los muchos creadores gratuitos del mismo que existen a nuestra disposición en la red o en diversas aplicaciones, que nos facilitan la tarea con un simple corta y pega tras su generación y que cumplen el señalado aspecto de monitorización.
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