El sampling es una herramienta de marketing muy utilizada y consiste en la distribución de muestras de productos o servicios de forma gratuita a los consumidores con el objetivo de que conozcan el producto en primera persona sin necesidad de realizar ninguna inversión previa.
Esta técnica se lleva realizando desde hace décadas y las pioneras fueron las empresas de artículos de consumo para dar a conocer los beneficios de sus nuevos productos a los clientes, pero gracias a la era digital, poco a poco se ha ido extendiendo a otros terrenos y a día de hoy podemos probar casi cualquier cosa antes de realizar la compra: versiones gratuitas de programas informáticos, servicios premium de aplicaciones pasando por perfumes o pañales hasta productos de limpieza que nos llegan directamente a casa.
El sampling es un buen aliado para lanzamientos de productos, como ya hemos comentado antes, pero también para el recordatorio de los mismos, refuerzo de ventas o para productos difíciles, entre otros. Aunque requiere cierta inversión, supone un gasto mínimo para el retorno que se puede conseguir, por eso cada vez más empresas lo están incorporando en sus acciones de marketing.
Este tipo de campañas se pueden desarrollar en el propio punto de venta, a través del buzoneo, por correo, en revistas… Y lo recomendable es que cuando el cliente recibe la muestra, esta vaya acompañada por un cupón de descuento porque se ha observado que de esta forma se incentiva aún más la compra y se acorta el tiempo de la adquisición del producto o servicio.
Para que la campaña de sampling sea efectiva previamente hay que definir objetivos, identificar el target y la forma más eficiente para llegar a él, pero además tenemos que asegurarnos que la muestra o los servicios que se le vayan a prestar gratuitamente al cliente tenga una calidad óptima para que esta herramienta no juegue en nuestra contra.
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