Dentro del mundo de los soportes publicitarios destaca uno por su demostrada efectividad y por estar ampliamente extendido en su uso. Se trata del díptico, una herramienta sencilla, al alcance de cualquier empresario, que resulta directa a la hora de llegar a una audiencia concreta. Básicamente se trata de un impreso consistente en una hoja doblada en dos partes, contando por tanto de manera general con dos cuerpos y cuatro páginas de impresión. Su uso hoy día tiene que respetar ciertas normas de efectividad, como su adecuado reparto por una empresa especializada, en buzones o en zonas de afluencia de público concreto, con el objetivo de anunciar campañas relativas a productos o servicios de una firma. La fórmula es idónea para llegar a tu público objetivo, llamar su atención y darle a conocer una propuesta de cara a aumentar tu volumen de negocio o fidelizar al cliente.
Este soporte publicitario tiene reconocido un alto índice de éxito gracias a cómo está estructurado y a la colocación estratégica de una serie de elementos en perfecta conjunción. El díptico suele incluir logotipos, imágenes llamativas y textos sencillos y directos, en una combinación estética que nos garantice su eficacia. Su fin es no pasar desapercibido, nada de usar y tirar, queremos llamar la atención y provocar el consumo y para ello debe ser suficientemente atractivo.
Cuando una empresa realiza un díptico y lo reparte consigue cercanía con el cliente potencial, de manera que consigue hacer llegar el mensaje de manera clara y directa a un precio económico. Su reproducción en tiradas masivas permite que el impacto en contraposición con su coste sea muy ventajoso, ya que los trabajos de imprenta son cada vez más asequibles. Podremos llegar con esta herramienta a miles de personas, de manera que su uso por algunos sectores específicos está tan extendido que nos parecería extraño no encontrar su publicidad en este soporte al abrir el buzón, pasar por los expositores del establecimiento o en los cruces de ciertas calles del centro de la ciudad.
Los formatos de díptico mas usados son el A3, A4, A6, A7 o B6, en diversos tipos de papel e impresión, que influyen en su impacto. En su sencillez está su gran logro: un contacto directo con el consumidor. Este soporte publicitario consigue un acercamiento entre marca y cliente, una empatía y comunicación que se consigue con pocos otros formatos. Esta hoja impresa y plegada cuenta con una portada donde suele ubicarse un mensaje atrayente sobre la campaña o el producto a vender, con una imagen impactante que incite a descubrir su interior. Es ahí donde se desarrollará toda la información que se quiere trasmitir al cliente, siempre de manera resumida y bien estructurada. En la contraportada se complementa la información con los datos de contacto y las opciones de comunicación on line que puede usar el usuario para interesarse por los elementos de su contenido.
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