A la hora de realizar una campaña de buzoneo, acción que se sigue revelando en todos los estudios como una opción con gran repercusión y resultados para tu negocio, hay que comenzar por el diseño del folleto. Más allá de la estética, la elección del formato físico que vamos a introducir en el hogar de nuestro potencial consumidor. De todos los posibles debemos escoger el que resulte más efectivo, y para ello debemos saber cuántos hay y cómo son.
Podemos inclinarnos por un folleto DIN A6, muy habitual en repartos de publicidad. Se trata de unas medidas similares a las de medio folio, muy simple, también llamado flyer, exactamente de 148 mm x 210 mm en vertical, o 210 mm x 148 si es horizontal.
El DIN A5 es muy utilizado en este tipo de campañas de buzoneo, ya que su medida es perfecta para la colocación en buzones, y permite encajar fácilmente las imágenes y textos, siendo el doble de grande que un folleto DIN A6.
El folleto B6 mide 10×21 cm, estilo al sobre americano, por lo que es ideal para incluirlo dentro en una campaña de publicidad postal, aunque también es una estrella en el buzoneo, al poder compaginar una misma creatividad para buzón y para sobre postal.
Para escoger el mejor realmente debemos fijarnos en cuánto contenido vamos a colocar en él y en el precio final de la impresión, sobre todo. Para qué usar un folleto grande si cabe nuestro mensaje en uno pequeño. Sucede igual con el precio del diseño, que va en consonancia con las medidas a diseñar.
Si necesitamos mucho espacio debemos saltar a folletos de 4 caras y 6 que es lo que conocemos como formato díptico y tríptico, ideales para empresas que deben comunicar muchos productos o servicios de manera clara.
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